Hace unos días Jose Carlos me habló de un bar en la calle Torneo llamado la Taberna del Dragón Verde, cuya mayor peculiaridad es que está ambientado en el universo de Tolkien y su Señor de Los Anillos, así que nada más comentárselo a Marcos éste comenzó sus gestiones/presiones para visitar el bareto en cuestión. De nada sirvió advertirle de que no se trataba de un parque temático ni nada de eso; él ya soñaba con beber una fanta naranja en un vaso estilo hobbit o hacerse amigo de un orco borrachín (a ver si un día posteo su relato "El misterio de las tres llaves", comprenderéis que la imaginación es uno de sus puntos fuertes).
Aún así, la visita no le defraudó. A pesar de ser un local pequeñito y de que el personal de la barra no hablaba en élfico, Marcos flipó con cada mínimo detalle de la decoración (había muchos donde fijarse), y seguramente querrá repetir visita en un futuro (le comenté que era un sitio muy frecuentado por frikis que organizaban allí partidas de rol, de cartas de Magic y todas esas cosas que suelen hacer los frikis).
Este es un pequeño extracto de sus impresiones de aquel día:
"quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada, quierounaespada..."
En fin, la verdad es que la conclusión que saco de todo esto (y del par de fotos que os muestro a continuación) es que creo que estamos ante una nueva generación de frikis tremendamente preparados, que van a mantener vivos los ideales frikis en el futuro y que seguramente superarán incluso a sus predecesores, por ganas y entusiasmo. Bienvenidos sean; Lord Tronch y demás frikis de mi generación pueden respirar tranquilos.
martes, 11 de julio de 2006
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1 comentario:
Genial la crónica de la peli, donde se ponga la opinión de un niño que se quiten todos los críticos sesudos. El "muy chuli" vale un tesoro (sobretodo para los ingresos de Disney & company).
Lo que más me ha gustado ha sido el colofón del artículo, o como bloguear al filo de la ley, jugandote la carcel por sacar una foto de tu hijo. Si la SGAE te pilla te confisca esa cámara del diablo que seguro que graba hasta video (aunque sea a 320x240 a 15 fps, :P).
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