miércoles, 2 de agosto de 2006

Adiós, mi Badajoz, adiós


Aunque hace ya tiempo que la distancia geográfica me fue alejando de aquellos domingos en el Nuevo Vivero, de aquellos partidos "entre amigos", con poco más de mil espectadores y donde las voces de los jugadores reverberaban contra el desolador aspecto de 15.000 asientos vacíos, lo cierto es que voy a echar de menos al Club Deportivo Badajoz. Finalmente, se ha roto por el lado más débil ese cordón umbilical que siempre me había mantenido unido al equipo de mis entretelas (el único club que me ha hecho llorar, ya sea de tristeza, como en aquel partido en Compostela, o de alegría, tras el brillante ascenso a Segunda contra el Cartagena) y que en los últimos tiempos me incitaba cada domingo a consultar varias veces "la intenné" o el teletexto de Canal Sur para ver cómo iba el Badahó. Atrás quedan los mejores recuerdos, siempre asociados al vetusto Vivero, el estadio (por llamarlo de alguna manera) al que empecé a ir junto a mi padre en ese acto social de los domingos tan característico que es el "ir al fútbol" y que sólo el que haya estado abonado a un club puede entender.

Por ironías del destino, la desaparición del club coincide justo con el 101 cumpleaños del mismo. Así que en Septiembre la selección española jugará en Badajoz un partido que, en lugar de conmemorar el histórico centenario de un club, será un homenaje póstumo a un equipo que ya no existe.

Por cierto, alguien ya ha actualizado incluso la entrada en la wikipedia.

C.D. BADAJOZ S.A.D. (R.I.P.)

P.D.:Hace unos años, cuando el Badajoz militaba en la mejor Segunda División de la Historia, los de la peña
El graderío me publicaron en la hojilla que repartían en el estadio una carta que reproduzco a continuación y donde, a mi entender, apuntaba el principal mal de un club que ya estaba herido de muerte. Os la reproduzco a continuación:

AQUELLAS TARDES DE DOMINGO

Dicen que los extremeños somos los que más añoramos nuestra tierra cuando estamos lejos de ella, y al menos en mi caso se puede asegurar que esto es totalmente cierto. Desde hace diez años vivo en Sevilla, una ciudad donde el fútbol es casi una religión y que figura entre las pocas capitales capaces de mantener dos equipos en segunda división con una media de asistencia a los estadios altísima. Lejos de convertirme en “verderón” o “palangana”, he seguido fiel al Badajoz, que además desde hace unos años no se le dan del todo mal los equipos de la capital hispalense, para mayor disfrute de un servidor. El caso es que, entre las bromas y discusiones que mantengo cada lunes con mis compañeros de uno y otro bando (que si el “rey del empate”, que si el “club de los argentinos”...), ellos me lanzan un argumento que no puedo rebatir: “No se pué subí a primera ni hasé ná con dos mil personas en el estadio”, me dicen. Y es en este instante cuando agacho la cabeza y recuerdo aquellas tardes de domingo, en una ciudad que sí respiraba fútbol, con un equipo de Segunda B, un “vetusto” estadio y una afición cargada de ilusiones como único activo para conseguir el sueño del ascenso. El día del partido todos en casa nos levantábamos con los nervios en el estómago (“¡hoy viene el Melilla, que es un hueso!”), y almorzábamos con un ojo pegado al reloj (a mi padre le gustaba llegar al vetusto con casi una hora de antelación, para “vivir el ambiente”). Lástima que no vuelva a encontrarme con ese ambiente cada vez que visito el Nuevo Vivero, lástima que muchos hayan perdido esa identificación con el equipo, ese cariño que se profesaba por los jugadores, lástima que, en definitiva, no nos demos cuenta de lo que significa tener unos colores que nos representan por todo el país y que necesitan nuestro apoyo, mucho más que los “Real Madrid” o “Barcelonas” que llenan los bares pacenses cada domingo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero si tu siempre dices q eres del barça!!!

carlotus dijo...

Jeje... Fede, eres un pedazo de troll, es que no puedes evitarlo.

Pues sí, me has descubierto: tengo tres camisetas y un chándal del barça (lo raro es que sean blanquinegros), he estado abonado al club durante todo el tiempo que he vivido en Barçajoz y esas temporadas no me he perdido un partido en el "Nou Viver". Fede, lo que pasa es que si a tí te hablo de Rafa Pozo y la histórica goleada contra el Figueras, como que te quedas igual; por eso te hablo de Ronaldinho y de la última Champions, que también me gustan... pero mi pasión es blanquinegra. Y tú lo sabes, picarón ;-)

Por cierto, parece que al final se queda en tercera, no desaparece del todo.