Vaya susto que nos hemos dado cuando, haciendo las maletas para el viaje de mañana, escuchamos al Piqueras dando la noticia de que una avioneta se ha estrellado contra un rascacielos en pleno Manhattan. Las imágenes no pueden dar más yuyu, además la noticia destaca el miedo que ha sacudido a la ciudad en otro "día 11" (yo ni había caído en ese detalle). No es por pensar mal, pero a veces los periodistas parece que "deseen" que se trate de un atentado (sería mucha más noticia que el más que probable accidente).
El caso es que, una vez que se ha confirmado que se trata de un accidente, sólo nos queda esperar a que la paranoia en los controles de la aduana no se haya disparado (aún más de lo normal), y podamos llegar a Nueva York mañana sin muchos sobresaltos. Nos leemos por tanto a la vuelta, en unos diez días (aunque a lo mejor puedo postear algo desde NYC, ya veremos).
Os dejo con un par de joyas para que disfrutéis estos días: por un lado una nueva "playlist" exclusiva con clásicos del hip hop que cantan a la Gran Manzana (no, no está Sinatra, pero está Nas con su histórico New York State Of Mind, junto a otros imprescindibles). La podéis escuchar como siempre pulsando el "play" en el margen de la derecha, justo debajo de Trayendo el Ruido.Por cierto, la lista la encontré en la web de XXLMAG.
También os pongo la secuencia inicial de la mejor película que se ha hecho sobre la ciudad, una hermosa declaración de amor de su principal embajador en el mundo. Una maravilla que no me canso de ver, y que ahora por fin podré disfrutar "in situ".
Chapter One: “He adored New York City. He idolized it all out of proportion.” No, make that: “He… he romanticized it all out of proportion.” Yeah. “To him, no matter what the season was, this was still a town that existed in black and white and pulsated to the great tunes of George Gershwin.” Ah, let me start this over.
Chapter One: “He was too romantic about Manhattan, as he was about everything else. He thrived on the hustle-bustle of the crowds and the traffic. To him, New York meant beautiful women and street-smart guys who seemed to know all the angles.” Nah, corny; too corny for a man of my taste. Let me try and make it more profound.
Chapter One: “He adored New York City. To him, it was a metaphor for the decay of contemporary culture. The same lack of individual integrity to cause so many people to take the easy way out was rapidly turning the town of his dreams in…” No, no, too preachy, It’s going to be too preachy. I mean, let’s face it, I want to sell some books here.
Chapter One: “He adored New York City. Although to him, it was a metaphor for the decay of contemporary culture. How hard it was to exist in a society desensitized by drugs, loud music, television, crime, garbage...” Too angry. I don’t want to be angry.
Chapter One: “He was as tough and romantic as the city he loved. Behind his black-rimmed glasses was the coiled sexual power of a jungle cat.” oh I love this. “New York was his town—and it always would be.”
jueves, 12 de octubre de 2006
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